Desde que Cartagena de Indias fue fundada el 1 de junio 1533, ha sido desde décadas el principal puerto de Colombia en términos económicos. La prosperidad de Cartagena no solo ha atraído personas para hacer negocios, pasar por alto la visita de la Heroica, sus majestuosas playas, el romanticismo que generan sus calles adornadas por esas bellas mujeres de una cultura y tradición palanquera es inadmisible si se visita el centro histórico.

​

El arribo a Cartagena, sea aéreo o por carretera, con unos 24º grados promedio, es la carta de bienvenida a un ambiente propicio para unas buenas vacaciones, un plan perfecto para extranjeros y nacionales. Iniciar el recorrido por el centro, es conocer la historia de primera mano y admirar la belleza de la ciudad amurallada, pasando por la muy famosa torre del reloj que vislumbra con su amarillo mostaza y un gris que solo se adquiere con el pasar de los años. La plazoleta o plaza de los cocheros, un lugar perfecto de encuentro para hacer un intercambio de culturas, pues no solo hay gran variedad de artesanías y dulces tradicionales de la región Caribe. Sus pequeñas calles  atiborradas de vendedores, hacen parte del inventario, mezclándose con lo mágico del lugar, pasando desapercibida la incomodidad al caminar.

​

La basílica Metropolitana de Santa Catalina de Alejandría es un museo al aire libre dejando al descubierto su arte que durante 84 años se perfeccionó, haciendo que solo con una mirada, la imaginación de los espectadores recree las pinturas y espacios que fueron dedicados por el artista. Más no se puede concebir que si el hombre es capaz de crear semejante belleza, ¿cómo se puede crear artefactos para generar dolor y sufrimiento? El museo de la inquisición justo al frente del monasterio, recuerda a sus visitantes con una serie de elementos de exhibición, que para la época medieval se castigaba la herejía severamente por parte de la iglesia católica. Lugares exóticos como, playa blanca en Barú e Islas del Rosario para muchos es el pequeño “Edén” donde visitar el Oceanario y hacer Caretaje, son las actividades que ocupan el día, y terminar justo en la tarde para ver el atardecer naranja, perfecto para quienes realizan sus bodas de matrimonio en la playa.

​

Terminar la visita en Cartagena sin visitar el restaurante la Mulata seria perderse un excelente paso por la gastronomía caribeña de Colombia, por que trae las tres “B”, Bueno, Barato y Bonito, lo que a todo turista le gusta. El  castillo de San Felipe monumento  histórico de la humanidad le dará una despedida con una excelente vista panorámica de que visualiza los zapatos viejos y la india Catalina que siempre se mantiene erguida y con su vista firme como tributo a los indios del Caribe que ocupaban el territorio antes de la conquista de los españoles.